Impotente, esteril y sin ideas. Estos pueden ser algunos de los adjetivos que pueden resumir la tarde aciaga de ayer del Real Betis en el Villamarín.
Se enfrentaban en la tarde calurosisima de ayer las dos revelaciones ligueras en este arranque, con dos juegos muy distintos. Un Real Betis que viene haciendo un juego vistoso y eléctrico mientras el Levante recurre a la defensa férrea de todos sus jugadores y al otro fútbol en algunas fases del encuentro. Intentó el equipo de Mel llevar la manija del partido pero la presión asfixiante de los jugadores levantinistas no dejó mas que disparos lejanos y cómodos para el meta Munúa. Mientras el Levante recurria al fúbol directo y ultra defensivo que mostró ante el Madrid la semana anterior. La primera parte apenas tuvo ocasiones de gol salvo la que dió lugar al resultado final del partido, juagada de ataque granota que encuentra a Juanlu por el extremo izquierdo y que con suerte y casi sin ángulo introdujo el balón por debajo de las piernas de Casto. El gol dejó al Betis pensativo y moribundo teniendo el Levante alguna aproximación más a la meta bética que pudo poner el 0-2 con un mano a mano de Koné que salvó Casto.
La segunda mitad fué más de lo mismo, un Real Betis que lo intentaba una y otra vez pero que se estrellaba en la defensa de 6 granota. El conjunto heliopolitano no encontraba la forma de hincarle el diente a los de JMI. Con estas, Pepe Mel hizo variaciones en esta segunda mitad introduciendo a Salva Sevilla por Jeff. Montero, Pozuelo por J. Pereira para buscar ese plan C, puesto que el plan B había sido modificar el dibujo en el campo con un 4-4-2. Pozuelo, décimo canterano en debutar esta temporada, perecía crear algo de peligro pero que se diluía en la frontal de la defensa levantinista. Por cierto, muy maduro y aprovechable para el primer equipo el chaval Pozuelo que respondio con desparpajo y asumiendo responsabilidad su entrada al campo.
El partido iba muriendo con un dominio casi exclusivo verdiblanco sin acciones fértiles y donde el Levante se limitó a defenderse en torno a su portero y haciendo alguna que otra pérdida de tiempo para conseguir llevarse el botín del Benito Villamarín.
Larga semana le espera al Real Betis que tras una semana de compromisos internacionales donde quedará parada la liga, rendirá pleitesía al Real Madrid de Mou en el Bernabeu. Lugar poco propicio para resarcirse de estas últimas dos derrotas consecutivas.
Que Dios le guarde para la 7ª jornada!!!!
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