Por cuarta semana consecutiva el Real Betis se va con las alforjas vacías con 3 puntos en litigio esta vez frente al Rayo Vallecano, rival directo por la salvación a priori, y en el Benito Villamarín.
Esta nueva derrota de los de Mel vino con las mismas señas de identidad, falta de presión al rival, nulo toque y posterior transición rápida del balón hacia los delanteros. Son los mismas virtudes que le hicieron auparse al coliderato y recibir alabanzas por su juego, pero que un mes de después ha desaparecido cual azucarillo en el café.
Salieron los verdiblancos como en los otros tantos partidos perdidos, espeso, sin ideas y sin llevar la iniciativa del partido dejandole al Rayo Vallecano la unidireccionalidad del encuentro. Y como bien conocemos el Real betis sin balón, sufre.
A esto hay que reseñar que se cayó Beñat de la convocatoria por una gastroenteritis la noche anterior y que Mel suplió en el centro del campo con Cañas haciendo pareja con Iriney, colocando un centro de campo eminentemente defensivo, y por delante Salva Sevilla haciendo las tareas de creación pero que a día de hoy esta muy lejos del futbolista que el año pasado brillaba en segunda división.
Debido a esta falta de lucidez en el centro de campo y las continuas perdidas rápidas de balón, hicieron que el Rayo Vallecano tuviera las primeras ocasiones que Casto tuvo que abortar con alguna que otra parada. Por parte de los béticos cabe resaltar en esta primera mitad un doble caño que Rubén Castro le hizo a uno de los centrales rayistas pero que no logró culminar y una acción personal de Jeff. Montero que tampoco transformaría. Jugadas puntuales de cierto peligro que no tuvieron continuidad en los primeros 45 minutos.
Con la disputa de los segundos cuarenta y cinco minutos, los Mel salieron al Villamarín con otra actitud. Presionando algo más arriba y dandole más intensidad a su fútbol, tan solo intensidad, porque fluidez no había ni se le esperaba. Salvo milagro. Esta nueva versión bética hizo que el equipo de Sandoval se fuera a la contra en muchas acciónes ofensivas haciendo trabajar muchisimo a Casto. Y viendose de nuevo que la defensa verdiblanca no responde como corresponde a una linea tan adelantada, haciendose las coberturas lentas y mal entendidas. Con todo esto Pepe Mel movió el banquillo buscando dar en la tecla que le permitiera obtener el preciado gol, sacando a Santa Cruz y Pereira en lugar de Jorge Molina y Jeff. Montero. Pero al jugar más adelantados los heliopolitanos, por la teoría de los vasos comunicantes, hacía que el Rayo tuviera más espacios para sus contras y provocara más peligro en sus acciones en las inmediaciones de Casto. Si a eso le unimos los fallos defensivos, esta vez de Nacho, pues llegamos al minuto 79 donde Lass mediante vaselina bate al meta Local. Pero sin solución de continuidad en el 88' mal despeje de la zaga y penalty absurdo de Mario que posteriormente transformaría Koke, tanto que terminaría por sumerger en una profunda crisis al Real Betis Balompié.
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