JORNADA 22ª LIGA BBVA: ATLETICO DE MADRID - REAL BETIS

martes, 22 de febrero de 2011

SIN FUERZAS. Real Valladolid 1 - Real Betis 0


Con el repoker de derrotas consecutivas los de Pepe Mel han corroborado que lo que tienen es una pájara monumental fisicamente hablando

Una partido más se vió un equipo espeso, sin ritmo y lento plantado en el campo donde un Valladolid muy limitado con un delantero arriba fue capaz de llevarse los tres puntos en juego.
El Real Betis salió a Zorrilla con la intención de dejar jugar a cuadro local y esperar agazapado atrás intentando coger por sorpresa a la contra con el tridente Emaná, Jorge Molina y Rubén Castro. La novedad del equipo titular fue la titularidad de Casto guardando palos de los verdiblancos, sentando al fallón Goitia. Y la verdad que el madrileño no lo hizo nada mal.

En la primera mitad el Real Betis jugó ordenado, pausado y con sentido pero una vez más el lastre de la imprecisión en pases finales y dos detalles puntuales de desaplicación hicieron que le llevasen a un marcador en contra. Dos ocasiones clarísimas tuvo el Betis para ponerse por delante en zorrilla antes del descanso con un sensacional Salva Sevilla que metío un pase en profundidad pero que Jorge Molina estuvo demasiado lento y el portero local se le echó encima. Así como Salva Sevilla estampó el balón en el lateral de la portería a pase de Rubén Castro.
Sin embargo, justo antes del descanso llegó el jarro de agua fría que últimamente acompaña a este Betis. Nacho se duerme en los laureles a la hora de despejar un balón sin peligro dentro del área, y Nauzet aprovecha para robarle la cartera y servir en bandeja a Javi Guerra el gol. Un mazazo en toda regla.

Tras el descanso la inseguridad volvió a apoderarse del Betis. A pesar de todo, en el primer cuarto de hora tuvo otras dos ocasiones claras de gol. Un mal centro de Isidoro se lo traga Jacobo pero Barragán apareció providencialmente en la línea de gol. Fueron los minutos de mayor empuje bético, que permitió a Arzu rematar sin fe a bocajarro un rechace dentro del área que desvió Jacobo. Era la prueba de que a pesar de los intentos, no había convicción real en lograr el empate. Poco después Ezequiel habilitó a Jorge Molina, cuya lentitud estuvo acompañada de la velocidad de Peña porque el alcoyano se plantaba solo ante el meta pucelano. Pero todo fue un espejismo. Este equipo ha perdido toda la ambición y el amor propio que por ejemplo sí demuestran Rayo y Celta ante un marcador adverso. El fútbol del Betis se limita a los vulgares pelotazos al bulto que con Pereira y Rubén Castro arriba son inútiles e improductivos.

Y para rematar esta sinrazón en la que se ha convertido el equipo de Pepe Mel, se choca también contra las decisiones arbitrales. Un pase de Ezequiel sobre Rubén Castro fue aprovechado por el canario para hacer gol, invalidado por Del Cerro Grande por un cuanto menos dudoso fuera de juego. Todo está en contra, es cierto, pero tampoco es que el Betis haga mucho por voltear la situación. La capacidad de reacción ante cualquier efecto adverso es nula, y así da la impresión de ser casi imposible salir de esta acuciante crisis.



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