Si lo importante es ganar, el Betis ha de estar muy feliz. De hecho, ha ganado
tres de sus cuatro partidos; este sábado, por la mínima ante el Español con un
gol de Paulao. Pero lo cierto es que el conjunto de Pepe Mel sigue dejando dudas
pese a vencer.
El modelo de fútbol de toque que proponía el Betis, y que ante los periquitos
pudo y debió haber desarrollado, no aparece por ahora. El Betis se encomendó de
principio a fin a la velocidad de sus alas, Agra y Juan Carlos, pero no puso
cabeza. Solo Paulao lo hizo, para anotar el tanto de la victoria tras un centro
medido de falta de Beñat. Luego, los verdiblancos fueron a menos, demostrando
que aún forman un equipo con poco cuerpo.
Vivió la primera mitad sin pasar apuros, pero en el arranque de la segunda el
equipo fue un mar de dudas. El Español, por detrás desde el 19, despertó tras la
reanudación y Wakaso -que primero lesionó a Paulao y posteriormente se
autoexpulsó, en el 66- y Simao se toparon con los postes de la meta defendida
por Casto.
Apostó Mel por las bandas, tanto que incluso retiró a Beñat en lugar de a
Juan Carlos para dar entrada a Nosa. El nigeriano intentó dar la pausa que nadie
supo e incluso pudo sentenciar en el descuento, pero no lo hizo. El extremo
madrileño, un puñal desde el pitido inicial, acabó fundido físicamente.
En defensa, debutó Perquis por la lesión de Paulao. Y atrás se notó, aunque
Mario, eso sí, estuvo contundente y muy serio, impecable todo el partido. Fue el
jefe de una zaga que pasó la segunda parte encerrada.
El contraste entre el Betis de la primera parte y el de la segunda fue
fuerte. En la primera, los de Heliópolis, intensos, pisaron más el área de
Cristian Álvarez. Rubén Castro pecó de egoísmo alguna vez, y también conectó con
Beñat sin que el vasco culminase una acción de gol cantada. En la segunda, el
Español consiguió el dominio territorial y asustó. Tanto que a Verdú no le fue
concedido un gol por un fuera de juego bastante dudoso.
El decaimiento del Betis encontró como única justificación su apuesta
descarada por el contragolpe. Pero no supo aprovechar los espacios concedidos
por un Español en inferioridad y volcado al ataque, pese a la velocidad de sus
hombres de vanguardia. El plan de los catalanes era sencillo y, sin embargo,
bastó para que el Betis se amedrentara.
La jugada de control más larga del Betis llegó en el 82, un claro síntoma de
que el equipo de Mel, solidario en el esfuerzo y con 9 puntos de 12 posibles, no
hay que olvidar esto, debe recuperar protagonismo con el balón. Si lo hace, si
marca mejor los tiempos, explotará mejor sus armas. Claro que el curso pasado,
con un juego que recibía elogios, pasó una de las peores rachas de su historia.
Notable, pues, por el momento, ir acumulando puntos e instalarse arriba.
FUENTE: ElDesmarque