En un partido no apto para cardiacos el Betis se hizo con el liderato en solitario de Primera en una noche trepidante que tuvo de todo: goles, polémicas, penaltis, expulsiones, tremenda superioridad bética en los arranques de cada parte y un sufrimiento infinito al final, pues tras situarse con 4-1 a favor a falta de veinte minutos, los verdiblancos sufrieron la expulsión de su portero Casto y concedieron luego dos goles tras sendos rechaces que pusieron el corazón en un puño a todo el beticismo, que acabó estallando de júbilo cuando el pitido final oficializaba el histórico liderato.
Cesc Fábregas, el formidable futbolista del FC Barcelona que acaba de marcar cuatro goles en sus cuatro primeros partidos de Liga, igualando así la marca que ostentaba Pepe Mel como mejor debutante español en Primera desde 1990, se preguntaba días atrás qué había sido de Beñat. En cadetes, el Barça de la quinta de Cesc, Messi y Piqué –recordaba el otro día Rafa Pineda en El País– jugó una final contra el Athletic de Beñat, y Cesc quedó prendado del juego del vasco. “Pensaba que iba a jugar en Primera, le perdí la pista y ahora lo veo en el Betis”, comentó el ex capitán del Arsenal, reconfortado porque un futbolista de su quinta, y de su clase, no se haya perdido para el fútbol de élite.
Hoy Beñat Etxebarria –repescado del Conquense en el verano de 2009 para el filial– es uno de los líderes de este espectacular, recién ascendido y sorprendente Betis que lidera en solitario la Primera división después de firmar un inmaculado doce de doce que ya quedará para los anales, pues sólo en otras dos ocasiones antes lo había conseguido (1934 y 1963). Y estos galones se los ha ganado Beñat en el campo, viendo el fútbol como pocos y marcando el ritmo de juego –que de salida fue trepidante– a sus compañeros. Muy pronto lo tuvo claro y dio un soberbio pase a la espalda de Abraham que el lateral Chica, tras un perfecto control, convirtió en asistencia de gol para que Roque Santa Cruz exhibiera todo el talento que atesora, dejando pasar el balón a su pierna izquierda y definiendo con calidad para convertir el Villamarín en un manicomio.
A los seis minutos de partido ya era el Betis líder en solitario, una década después, y a los doce lo era más todavía, pues un claro e inocente penalti de Abraham lo transformaba Salva Sevilla en el 2-0 cuando ambos contendientes apenas habían roto a sudar. Parecía que lo liderato iba a ser un camino de rosas, pero conociendo al Betis, nadie las tenía todas consigo. Sobre todo cuando Casto falló en una doble salida y permitió a Juárez acortar distancias en el minuto 36.
Más goles. El 2-1 dejaba las espadas en todo lo alto, pues aunque el Betis había sido muy superior al conjunto maño, el enorme esfuerzo realizado en la presión podía empezar a pasar factura a un equipo en el que Mel apenas hizo rotaciones –sólo Amaya por el sancionado Mario– respecto del que se dejó la piel en San Mamés el domingo anterior.
No dio tiempo a evaluar nada, pues en apenas un par de minutos los verdiblancos parecían dejar el choque visto para sentencia, con un gol de penalti –dudosillo– marcado por Beñat (47’) y otro extraordinario remate de Roque Santa Cruz (49’), que esta vez definió de cabeza el excelente centro que le volvió a poner el lateral diestro Chica.
Con 4-1 y sin que el Zaragoza diera señales de vida parecía que la noche podía convertirse en un festival goleador de los verdiblancos, con espacios de sobra para contragolpear a un rival que, no obstante, empezó a dar señales de vida por medio de Juan Carlos, un extremo que viene del Madrid, se pegó a la banda izquierda y empezó a poner en jaque una y otra vez a Chica.
Pepe Mel, que ya había cambiado a Juanma por Salva Sevilla en el descanso, dio entrada al joven Sergio Rodríguez con media hora por delante para que se luciera, pero una alocada salida de Casto –que ya había fallado en el 2-1– le costó la expulsión con 22 minutos aún por delante. Muchos empezaron a tentatarse la ropa pese al 4-1. Y es que los maños olieron sangre y, en dos rechaces sueltos, Juan Carlos puso el 4-3 (76’ y 79’) en un santiamén y al Betis, entonces sí, empezaron a fallarle las fuerzas y el increíble 4-4 –que aun dejaba al Betis lider– rondo en más de una ocasión sobre la meta ahora defendida por Goitia. Lo tuvo Luis García (83’) y lo tuvo Da Silva (87’), como también tuvo Santa Cruz (92’) el 5-3 y la oportunidad de su primer hat-trick. Al final, como en Bilbao, el equipo acabó pidiendo la hora. La hora del líder.
Fuente: Elcorreo