En el estreno del Real Betis en su vuelta a la máxima categoría, con una afición que abarrotó el Villamarín (35.125 béticos) y en un horario que recuerda al infierno de segunda, amén de las altas temperaturas reinantes aún. El equipo verdiblanco se volvió a hacer con los 3 puntos en litigio por segunda semana consecutiva y gracias a un trotamundo canario llamado Rubén "tiburón" Castro.
Comenzó el choque con un dominio claro de los pupilos de Pepe Mel que presentaron sus credenciales para que se quedaran los puntos en juego en el casillero local. El impetu local fue contrarrestandose con un Mallorca que al cuarto de hora fue entrando en el partido y que ofreció más peligro que los verdiblancos en cuanto a las contras con errores en defensa y la distancia entre líneas que ofrecía la escuadra heliopolitana.
En la recta final de la primera mitad se produjeron acciones que pudieron variar el resultado parcial de los primeros 45 minutos. En primer lugar, un penalty no señalado por Del Cerro Grande del central bermellón Chico a Jorge Molina en el área chica. Y la ocasión tonta de la jornada y posiblemente del año donde los de Mel remataron hasta tres veces al palo en una misma jugada donde Rubén Castro lanzó escorado al palo largo del portero, Jorge Molina lo recoge rematando al larguero y volviendo al de Alcoy de nuevo vuelve a estrellarse en el larguero. Los aficionados béticos que cantaron gol en alguna de la triple oportunidad, no dieron crédito de como no entró ese balón finalmente.
Con el esfuerzo físico realizado por ambos equipos y el descanso obligado, la segunda mitad fue dominada por los verdiblancos con el futbol de toque que pretende hacer de seña Pepe Mel. Aunque dominaba el Betis las ocasiones fueron llegando con acciones de Castro, Molina, Salva Sevilla o Pereira. El gallego fue entrar (saliendo del once Jeff. Montero y revolucionar el ritmo de juego con dos acciones, una de ellas fue un mano a mano con Aouate. Aún así, los béticos continuaron buscando la portería rival y Mel siguió apostando por el ataque. En los siguientes minutos sacó a Álvaro Vadillo y a Roque Santa Cruz, cuando el partido pasó por unos instantes en los bajó la intensidad. Cuando el partido languidecía ya con Santa Cruz y Vadillo en el campo, cuando el Mallorca comenzaba a perder tiempo descaradamente y el empate parecía el único epílogo a la calurosa mañana, apareció entonces, como en Granada, Rubén Castro para llevar la felicidad al Benito Villamarín. El canario aprovechó un fallo de marcaje en un córner para, este sí, rematar de forma certera y poner al Betis en todo lo alto de la clasificación de Primera.Colider de Primera. Ahí es nada.
Comenzó el choque con un dominio claro de los pupilos de Pepe Mel que presentaron sus credenciales para que se quedaran los puntos en juego en el casillero local. El impetu local fue contrarrestandose con un Mallorca que al cuarto de hora fue entrando en el partido y que ofreció más peligro que los verdiblancos en cuanto a las contras con errores en defensa y la distancia entre líneas que ofrecía la escuadra heliopolitana.
En la recta final de la primera mitad se produjeron acciones que pudieron variar el resultado parcial de los primeros 45 minutos. En primer lugar, un penalty no señalado por Del Cerro Grande del central bermellón Chico a Jorge Molina en el área chica. Y la ocasión tonta de la jornada y posiblemente del año donde los de Mel remataron hasta tres veces al palo en una misma jugada donde Rubén Castro lanzó escorado al palo largo del portero, Jorge Molina lo recoge rematando al larguero y volviendo al de Alcoy de nuevo vuelve a estrellarse en el larguero. Los aficionados béticos que cantaron gol en alguna de la triple oportunidad, no dieron crédito de como no entró ese balón finalmente.
Con el esfuerzo físico realizado por ambos equipos y el descanso obligado, la segunda mitad fue dominada por los verdiblancos con el futbol de toque que pretende hacer de seña Pepe Mel. Aunque dominaba el Betis las ocasiones fueron llegando con acciones de Castro, Molina, Salva Sevilla o Pereira. El gallego fue entrar (saliendo del once Jeff. Montero y revolucionar el ritmo de juego con dos acciones, una de ellas fue un mano a mano con Aouate. Aún así, los béticos continuaron buscando la portería rival y Mel siguió apostando por el ataque. En los siguientes minutos sacó a Álvaro Vadillo y a Roque Santa Cruz, cuando el partido pasó por unos instantes en los bajó la intensidad. Cuando el partido languidecía ya con Santa Cruz y Vadillo en el campo, cuando el Mallorca comenzaba a perder tiempo descaradamente y el empate parecía el único epílogo a la calurosa mañana, apareció entonces, como en Granada, Rubén Castro para llevar la felicidad al Benito Villamarín. El canario aprovechó un fallo de marcaje en un córner para, este sí, rematar de forma certera y poner al Betis en todo lo alto de la clasificación de Primera.Colider de Primera. Ahí es nada.
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