El partido fue bastante irregular y tuvo unos últimos diez minutos absolutamente locos. En general, el encuentro del equipo de Pepe Mel fue bastante pobre y casi durante todo el partido fue dominado por el conjunto colchonero. Se plantó el equipo verdiblanco en el minuto 86 con un gol en contra y afortunado de verse aún en el partido pese a las múltiples ocasiones atléticas.
Hasta entonces, en el partido 'normal', el Betis se había mostrado muy blando en el centro del campo. El experimento de Mel, que sacó de inicio a Matilla y Salva Sevilla junto a Iriney en la medular fracasó de nuevo estrepitosamente. Sobre todo porque el manchego y el almeriense son jugadores débiles físicamente, de nivel limitado en ese aspecto. Tendrán otras virtudes, que en el caso de Matilla ni se han visto, pero no sirven para mantener el centro del campo del Betis. Por eso el Atlético empezó a dominar el encuentro y se hizo con él, y eso que llegaba con un Diego mermado y un equipo cansado tras el partido del jueves de la Liga Europa.
A esa debilidad en la medular, se añadió un talante dubitativo. No tan descaradamente relajado como en Valencia, pero sí falto de agresividad, intensidad. Daba la sensación de que el Atlético se jugaba mucho más.
El Atlético tuvo ocasiones varias en la primera parte y en la segunda, bien desbaratadas por Fabricio, pero solo acertó en una dejada portentosa de Falcao a Koke, que no perdonó. Luego, cierto, se fue desfondando y el Betis, con el resultado en contra, soltándose.
Y llegó entonces el otro partido, el 'loco', que se consumó en el minuto 86 con el gol de Pozuelo pero que se fraguó en un último cuarto de hora en el que el Betis fue ganando terreno físicamente en el equipo. La había tenido ya Rubén pero el que marcó fue el trianero tras un pase al interior del área del mismo Rubén Castro. Prácticamente en la jugada siguiente, la locura, la ilusión y la tranquilidad invadieron el Benito Villamarín con el gol de Pereira con alguna ayuda de Courtois. El Betis le había dado la vuelta en un minuto al partido, en un minuto en el que había superado sus miedos del partido y los de la temporada entera. Y parecía enfilarse el Betis hacia la salvación total y acercarse incluso a Europa cuando en el minuto 93 y medio (dio tres de descuento), en un saque de esquina, Falcao remató en el área chica tras un leve rechace para dejar de nuevo al Betis en tierra de nadie e interrumpir su alegría. Era el punto buscado y que salva al Betis a menos que el Sporting lo gane todo (incluido el partido ante el Betis por más de 2-0) y los verdiblancos lo pierdan todo. Pero dejó sabor agridulce porque por unos segundos el Betis se vio disparado y con Europa incluso a mano.
Fuente: Eldesmarque
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