JORNADA 22ª LIGA BBVA: ATLETICO DE MADRID - REAL BETIS

lunes, 7 de mayo de 2012

SUEÑECITO EN GIJON. SPORTING 2 - REAL BETIS 1

El Betis perdió 2-1 en Gijón un encuentro soporífero aunque vital para el Sporting, que con este triunfo sobre los verdiblancos se mantiene con algo de vida en su pugna por la permanencia, pero en el que un Betis de circunstancias no se jugaba nada. Pelear por Europa era un sueño. Lo de El Molinón, un sueñecito. Algo previsible y lógico.

Después de poner toda la intensidad en el derbi, la visita a Asturias era un trámite. Con la temporada salvada y numerosas e importantes ausencias, los de Pepe Mel apenas ofrecieron fútbol en Gijón. Rubén Castro pudo adelantar a los béticos muy pronto, pero el canario no supo cómo superar a Juan Pablo. En cambio, fue el Sporting, que se lo jugaba todo, el que se puso por delante en el marcador al cuarto de hora, cuando Sangoy transformó un penalti por manos de Amaya.

A partir de aquí, el Betis cogió las riendas del encuentro, aunque se limitó a tocar el balón en el mediocampo, sin profundidad. El debutante Nono (inserto en una medular inédita, junto a Salva Sevilla y Matilla) lo intentó desde lejos en un par de ocasiones. Sólo Pozuelo ofrecía algo distinto y parecía tener chispa y motivación.
El Sporting, que necesitaba la victoria, cedió el esférico y se contentó con cerrar filas. Pero el Betis, que puso muy poco sobre el césped, encontró el empate casi sin quererlo, en el descuento de la primera mitad, cuando Jorge Molina, en boca de gol, empujó la pelota a la red y acongojó a los sportinguistas.

A los de Javier Clemente, con Abelardo en el banquillo por la sanción del técnico vasco, no les quedaba otra que empujar tras el descanso. Y les bastó una combinación en el área, ante Nacho y Amaya, para que de nuevo Sangoy batiera a Casto, al que fusiló haciendo el 2-1.

Resultado definitivo; entre otras cosas, porque el Betis no volvió siquiera a buscar el dominio del juego basado en el toque corto. Excesivamente relajado, aunque sin bajar los brazos, el conjunto heliopolitano se contentó con estar. Apenas volvió a inquietar a Juan Pablo. Parco en ideas, cuando se sintió más suelto durmió el balón en sus pies. Una apuesta cómoda también para el Sporting, que jugaba en su estadio y también en Sevilla, muy pendiente de lo que ocurriera en el Sevilla-Rayo Vallecano. Tan relajante fue el abultado marcador tras el descanso en Nervión como el guión que le facilitaba el Betis.

Con miedo a apretar para no dejar espacios, los asturianos no se fueron arriba, pero tampoco los de Mel les crearon agobios. Sólo unos últimos intentos en acciones a balón parado pusieron sobrealerta a los locales, que ganaron casi por inercia, empujados por la necesidad y por las facilidades de un Betis cuya temporada ya está lista. No viajó a Gijón para soñar con Europa, sino para echarse un merecido sueñecito.

Fuente: Eldesmarque






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