Los jugadores béticos no quieren que cese la fiesta que arrancó el pasado domingo en el AVE de regreso de Tarragona y ahora van por el título de campeones de Segunda división, un hito que el club verdiblanco no logra desde 1974, con Ferenc Szusza en el banquillo, pues los posteriores ascensos de 1979, 1990, 1994 y 2001 fueron conseguidos con el equipo en tercera o segunda posición.
Después de una semana movida a cuenta de las cantidades que técnicos y futbolistas van a cobrar con retraso por culpa de la entrada en ley concursal –la auténtica herencia que ha dejado Lopera–, los jugadores volvieron a dar un ejemplo de profesionalidad, puesta en duda por algunos durante la racha de cinco derrotas cuando insinuaron que éstas habían llegado, entre otras cosas, por una serie de primas que habían dejado de cobrar.
Una ofensa para el orgullo de unos futbolistas que supieron apretar los dientes en aquellos momentos difíciles y, después de dos derrotas consecutivas en casa ante el Recre y el Elche, han hecho del Villamarín un fortín, en sintonía con un público entregado que desde entonces ha visto ganar a su equipo en siete de las ocho comparecencias posteriores (solo empató el Celta, los otros siete se llevaron la friolera de 22 goles), una fortaleza en casa que ha sido clave para consumar el ascenso a Primera división, pues fuera de casa se han perdido 5 de los 10 últimos partidos.
Molina lo encarrila. El choque ante el Huesca tuvo poca historia, y eso que Pepe Mel tuvo que formar un equipo de circnstancias, en especial en defensa, por el cúmulo de bajas que arrastraba. A los tres minutos ya quedaba encarrilado, al culminar Jorge Molina una trenzada jugada de Beñat y Rubén Castro, que cedió el gol a su compañero pese a estar peleando por el pichichi.
Molina devolvería luego el favor a Rubén, pues fue objeto de un penalti por parte de Corona (55’) que transformó el canario para colocarse con 25 goles en la pelea por el pichichi, a tres del azulgrana Jonathan Soriano, que suena como refuerzo bético para la próxima temporada.
El Huesca acortó distancias también de penalti (Camacho, 72’), cometido por Casto sobre el ariete Roberto, pero a pesar de que en la segunda parte se estiró algo más que en la primera, acabó sucumbiendo al mejor hacer de los verdiblancos merced a otro gol de Beñat, que cerró la cuenta en el 86’ con un centro chut que no desvió Molina pero sorprendió al meta Cabrero.
Con el triunfo, el Betis se queda a tres puntos de entonar el alirón de campeón.
Después de una semana movida a cuenta de las cantidades que técnicos y futbolistas van a cobrar con retraso por culpa de la entrada en ley concursal –la auténtica herencia que ha dejado Lopera–, los jugadores volvieron a dar un ejemplo de profesionalidad, puesta en duda por algunos durante la racha de cinco derrotas cuando insinuaron que éstas habían llegado, entre otras cosas, por una serie de primas que habían dejado de cobrar.
Una ofensa para el orgullo de unos futbolistas que supieron apretar los dientes en aquellos momentos difíciles y, después de dos derrotas consecutivas en casa ante el Recre y el Elche, han hecho del Villamarín un fortín, en sintonía con un público entregado que desde entonces ha visto ganar a su equipo en siete de las ocho comparecencias posteriores (solo empató el Celta, los otros siete se llevaron la friolera de 22 goles), una fortaleza en casa que ha sido clave para consumar el ascenso a Primera división, pues fuera de casa se han perdido 5 de los 10 últimos partidos.
Molina lo encarrila. El choque ante el Huesca tuvo poca historia, y eso que Pepe Mel tuvo que formar un equipo de circnstancias, en especial en defensa, por el cúmulo de bajas que arrastraba. A los tres minutos ya quedaba encarrilado, al culminar Jorge Molina una trenzada jugada de Beñat y Rubén Castro, que cedió el gol a su compañero pese a estar peleando por el pichichi.
Molina devolvería luego el favor a Rubén, pues fue objeto de un penalti por parte de Corona (55’) que transformó el canario para colocarse con 25 goles en la pelea por el pichichi, a tres del azulgrana Jonathan Soriano, que suena como refuerzo bético para la próxima temporada.
El Huesca acortó distancias también de penalti (Camacho, 72’), cometido por Casto sobre el ariete Roberto, pero a pesar de que en la segunda parte se estiró algo más que en la primera, acabó sucumbiendo al mejor hacer de los verdiblancos merced a otro gol de Beñat, que cerró la cuenta en el 86’ con un centro chut que no desvió Molina pero sorprendió al meta Cabrero.
Con el triunfo, el Betis se queda a tres puntos de entonar el alirón de campeón.
Fuente: Elcorreo
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