Carburando y encontrándose a sí mismo. Así podríamos resumir el partido que ofreció el Real Betis al beticismo que se díó cita en las gradas del Villamarín la tarde del pasado sábado.
Con un medio campo improvisado por la baja, minutos antes de echar a rodar el balón, de Beñat por indisposición y conformado por Cañas, Salva Sevilla y Nosa Igiebor. El conjunto heliopolitano hizo unos de los partidos más serios, prácticos y de gran presión al rival dejando por tercera vez consecutiva la puerta a cero. Una gran noticia que eleva al equipo hasta la quinta plaza y lo aleja de la zona de descenso en 8 puntos.
Desde el primer minuto salieron más enchufado los pupilos de Pepe Mel, que dotaron a la primera parte de una gran intensidad y velocidad al balón, fruto de estas dos armas en el minuto 8 se le pondría de cara el partido. Balón que centra Juan Carlos al corazón del área ché, donde toca un defensor dejandola muerta para que Salva Sevilla enganche una volea en la frontal del área y tocando ligeramente Diego Alves, pero el portero valencianista no pudo desviar el disparo del almeriense. Con la confianza del tanto a favor y jugando el mejor de los partidos tanto en defensa como en ataque, se fue comiendo a la escuadra de Pelegrino cuyo partido en líneas generales fue muy deficiente salvando las jugadas que se creaba Soldado muy de tarde en tarde. Albelda tuvo una ocasión muy clara para poner las tablas, en una dejada del propio Soldado para golpearla en la frontal y pero salió desviado el disparo. Grandisimo partido del centro del campo bético donde Cañas emuló al mejor Iriney del pasado curso, robando y apabullando a los rivales. Salva Sevilla creaba ese peligro entre líneas, que tanto se le demanda, metiendo ese último pase. Y Nosa Igiebor estuvo serio, correcto y dejando pinceladas del jugador que está llamado a ser. A parte, Juan Carlos driblaba una y otra vez a su par, consiguiendo que se le amonestarse en un lance del partido por la propia frustración de no poderlo seguir. El único pero que se le puede poner a esta sensacional primera mitad fue la ausencia del segundo tanto verdiblanco que le habría dado tranquilidad y que, quien sabe, podría haber matado el partido aunque en fútbol todo es posible.
Con el regusto dulce de estos 45 minutos, comenzaba la segunda mitad. Viendo el escaso peligro del Valencia, Pellegrino decidió dar entrada a Banega en lugar de Albelda, para asociarse con Gago y así dotar de mayor imaginación al equipo de cara al invatido Adrián San Miguel. Y fruto de este cambio Soldado pudo empatar el encuentro al plantarse, tras un muy buen desmarque, solo ante Adrián cruzandola en exceso. Con el paso de los minutos la escuadra de Pepe Mel iba menguando en la presión y dando un pasito atrás debido al desgaste de la presíón realizada en la primera parte, y de ello el Valencia iba beneficiándose al tomar el mando del partidos y generando acciones, si bien no de peligro si de intranquilidad para el marco bético. Tino Costa a balón parado tuvo otra oportunidad que fue respondida con los puños de Adrián. Otra asociación Banegas - Soldado - Valdéz hizo estirarse al meta bético. También la tuvo el Real Betis por medio de Rubén Castro a pase de Nono a balón parado. El balón se le fué por muy poco al canario que pudo poner el 2-0. Y en el tiempo de descuento, la tuvo de nuevo Soldado tras un buen pase de Valdéz pero volvió a aparecer Adrián de forma providencial para meter la pierna y desviar el balón.
Poca cosa más nos dejó el partido más que una pequeña tangana entre Banegas y Nono, donde tras la disputa del balón el valencianista suelta el codo cayendo Nono al suelo.
Victoria justa y que hace continuar al Real Betis en puestos europeos, si bien en el mes de octubre no es destacable, si lo son los 8 puntos que separan al conjunto verdiblanco del cuarto clasificado por la cola.
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