Posiblemente porque el Celta salió vapuleado en su propia casa por el Recreativo el día anterior fue el motivo que hizo restar hierro al choque entre Rayo y Betis. Y eso se notó en el juego de ambos pero más aún en los pupilos de Pepe Mel. Aunque no llegara el domingo la presión desde Vigo si el Celta hubiera ganado, béticos y rayistas mostraron muchas precauciones debido a la trascendencia de los puntos en juego en pos del ascenso. Y la primera mitad defraudó de cara al espectador porque son los mejores equipos de la categoría que hacenfutbol junto con el Celta. Con un Real Betis desconocido en su forma de plantear el partido, limitó 80 minutos a defenderse y no pasar apuros en las embestidas del Rayo Vallecano que en la primera mitad tuvo algunas ocasiones, merced al manejo del balón, pero en especial una doble ocasión de Movilla y David Aganzo que salvaron Casto en primer lugar e Isidoro en segunda jugada cuando se cantaba el gol en el graderío (sin vallas) del Teresa Rivero. Coke, el lateral rayista, puso en apuros a la defensa verdiblanca gracias a la velocidad y llegada a la linea de cal para poner balones a los delanteros. En este primera parte tan solo destacar una jugada ofensiva, aunque muy discutiblemente anulada, de los de Pepe Mel. Gran jugada en velocidad de Jorge Molina que se pega excesivamente en carrera a la linea de banda sorteando a un defensa y finalizó con un pase a Rubén Castro que se plantaba solo delante del portero para poner el tanto bético. Pero Amoedo Chas interpretó que el balón en algún momento rebasó la lina de banda. Con la segunda mitad Mel rectificó el once inicial dando salida a Israel en lugar del desaparecido y con tarjeta, Ezequiel. Los verdiblancos salieron más convencidos y entre el minuto 50 y 60 estuvieron próximos a perforar la meta rayista con acciones de Emaná, Rubén y Jorge Molina. Parecía que el Real Betis tocaba algo la pelota y jugaba a lo que sabe. Pero se produce la jugada clave del partido choque de Belenguer con Aganzo que hace que caiga el bético mal al suelo lastimandose el hombro, teniendose que retirar del campo. Mientras el técnico verdiblanco daba entrada en su lugar a Arzu. Se fue asentando el partido y llegó la jugada grosera del partido. Después de una acción ofensiva del Rayo el balón sale rebotado de la defensa bética que culmina con un nefasto despeje tibio y al centro de Arzu que lo intercepta Piti y cuela de volea un golazo a Casto. Mel decidió abrir el campo y renunciar a la referencia en el ataque, Jorge Molina dando entrada a Miguel Lopes recien salido de una larga lesión. El Betis languideció sin apenas oponer resistencia, pues solo Beñat parecía capaz de inquietar algo, y dejó escapar una ocasión que ni pintada para poner tierra de por medio. Solo queda ganar al Celta el domingo por la mañana...si hay liga.
No hay comentarios:
Publicar un comentario