Jugaron de titulares ocho de los nueve fichajes y sólo el meta Fabricio dio la talla. El Betis volvió a encajar el gol de la derrota en el último minuto.
El descuento volvió a jugársela al Betis por tercera vez en apenas dos semanas, pues Pepe Díaz -en posición de fuera de juego- anotó el gol de la victoria cordobesa en el minuto 90 del choque copero disputado anoche en el Nuevo Arcángel, donde Pepe Mel decidió probar de golpe a la inmensa mayoría de los fichajes llegados en verano con un resultado descorazonador.
Sólo el meta Fabricio dio la talla, pues el resto están lejos de poder ejercer de refuerzos y varios justificaron sobradamente el ostracismo al que los ha sometido el entrenador, que apenas ha contado con ellos pese a tener oportunidades de sobra en la espantosa racha que ha atravesado el equipo.
La de ayer es la décima derrota que encaja el Betis en sus doce últimos partidos, aunque ésta seguramente sea la menos dolorosa de todas pese a llegar ante un Segunda ya que, visto lo visto, la plantilla bética da lo justo para ir tirando en la Liga y cuanto antes se quite de encima el marrón de la Copa, mejor para todos.
Es duro admitirlo, pero es así, pues la de ayer se presentó como una excelente oportunidad para que los fichajes llamados a reforzar el plantel dieran la talla y no la dieron, así que Mel, salvo que los Reyes Magos le soprendan en enero, que lo dudo, deberá ir dosificando con mimo lo que tiene y reservar a los titulares para la Liga, que es donde realmente el Betis se juega la supervicencia.
Ayer jugaron de salida ocho de los nueve refuerzos del verano –sólo se quedó fuera el central Mario, que cuando las lesiones se lo permiten es el mejor de todos– y no habían pasado ni diez segundos de partido cuando Ustaritz ya había cometido un primer error grave que dio oportunidad a Charles a anotar el 1-0. Lo evitó el portero debutante Fabricio con una buena intervención, la primera de varias en las que tuvo que acudir a apagar los muchos fuegos que provocaba su lenta e insegura defensa.
Tarjeteados. Chica, Ustaritz, Amaya y Tosic llegaban tarde a casi todos los cruces y balones divididos, fruto de lo cual los tres últimos se fueron al descanso amonestados y con la amenaza de la expulsión sobre sus cabezas. Por ahí la dirección deportiva debe tener claro que hay reforzarse inexcusablemente en el mercado de invierno, pues lo que llegó en verano no da la talla mínima para competir. Lo de la primera parte de ayer fue palmario.
En medio campo Matilla volvió a desperdiciar otra oportunidad, y van varias, y el equipo se sostuvo gracias al tesón de Cañas y la movilidad de Juanma, cuya recuperación –junto a las buenas maneras mostradas por Fabricio– son de las pocas noticias buenas que dejó el partido. Jefferson Montero volvió a ser un cero a la izquierda y el ritmo al que juega Roque Santa Cruz le impide sacar a relucir la calidad que tiene y de la que carece, por ejemplo, Jorge Molina, voluntarioso siempre pero muy poco más.
El Córdoba, sin hacer nada del otro jueves, llevó el mando del juego en el primer periodo y si no cobró ventaja en el marcador fue porque un cabezazo franco de Patiño (36’) salió rozando el poste derecho con toda la meta para él. Del ataque bético no hubo constancia hasta el minuto 42, cuando una combinación entre Roque y Molina acabó con una volea desviada de éste.
En la segunda parte salió apretando algo más el Betis, con buenos movimientos de Roque y una doble ocasión de Molina y Cañas (48’) desperdiciada. Del Córdoba apenas se supo, pues la zaga betica mejoró su indecoroso inicio, pero como hasta el rabo todo es toro en el último suspiro Fernández centro sin que Tosic le inquietara y Pepe Díaz se anticipó a Amaya para hacer el 1-0 que deja en evidencia una planificación errada.
El descuento volvió a jugársela al Betis por tercera vez en apenas dos semanas, pues Pepe Díaz -en posición de fuera de juego- anotó el gol de la victoria cordobesa en el minuto 90 del choque copero disputado anoche en el Nuevo Arcángel, donde Pepe Mel decidió probar de golpe a la inmensa mayoría de los fichajes llegados en verano con un resultado descorazonador.
Sólo el meta Fabricio dio la talla, pues el resto están lejos de poder ejercer de refuerzos y varios justificaron sobradamente el ostracismo al que los ha sometido el entrenador, que apenas ha contado con ellos pese a tener oportunidades de sobra en la espantosa racha que ha atravesado el equipo.
La de ayer es la décima derrota que encaja el Betis en sus doce últimos partidos, aunque ésta seguramente sea la menos dolorosa de todas pese a llegar ante un Segunda ya que, visto lo visto, la plantilla bética da lo justo para ir tirando en la Liga y cuanto antes se quite de encima el marrón de la Copa, mejor para todos.
Es duro admitirlo, pero es así, pues la de ayer se presentó como una excelente oportunidad para que los fichajes llamados a reforzar el plantel dieran la talla y no la dieron, así que Mel, salvo que los Reyes Magos le soprendan en enero, que lo dudo, deberá ir dosificando con mimo lo que tiene y reservar a los titulares para la Liga, que es donde realmente el Betis se juega la supervicencia.
Ayer jugaron de salida ocho de los nueve refuerzos del verano –sólo se quedó fuera el central Mario, que cuando las lesiones se lo permiten es el mejor de todos– y no habían pasado ni diez segundos de partido cuando Ustaritz ya había cometido un primer error grave que dio oportunidad a Charles a anotar el 1-0. Lo evitó el portero debutante Fabricio con una buena intervención, la primera de varias en las que tuvo que acudir a apagar los muchos fuegos que provocaba su lenta e insegura defensa.
Tarjeteados. Chica, Ustaritz, Amaya y Tosic llegaban tarde a casi todos los cruces y balones divididos, fruto de lo cual los tres últimos se fueron al descanso amonestados y con la amenaza de la expulsión sobre sus cabezas. Por ahí la dirección deportiva debe tener claro que hay reforzarse inexcusablemente en el mercado de invierno, pues lo que llegó en verano no da la talla mínima para competir. Lo de la primera parte de ayer fue palmario.
En medio campo Matilla volvió a desperdiciar otra oportunidad, y van varias, y el equipo se sostuvo gracias al tesón de Cañas y la movilidad de Juanma, cuya recuperación –junto a las buenas maneras mostradas por Fabricio– son de las pocas noticias buenas que dejó el partido. Jefferson Montero volvió a ser un cero a la izquierda y el ritmo al que juega Roque Santa Cruz le impide sacar a relucir la calidad que tiene y de la que carece, por ejemplo, Jorge Molina, voluntarioso siempre pero muy poco más.
El Córdoba, sin hacer nada del otro jueves, llevó el mando del juego en el primer periodo y si no cobró ventaja en el marcador fue porque un cabezazo franco de Patiño (36’) salió rozando el poste derecho con toda la meta para él. Del ataque bético no hubo constancia hasta el minuto 42, cuando una combinación entre Roque y Molina acabó con una volea desviada de éste.
En la segunda parte salió apretando algo más el Betis, con buenos movimientos de Roque y una doble ocasión de Molina y Cañas (48’) desperdiciada. Del Córdoba apenas se supo, pues la zaga betica mejoró su indecoroso inicio, pero como hasta el rabo todo es toro en el último suspiro Fernández centro sin que Tosic le inquietara y Pepe Díaz se anticipó a Amaya para hacer el 1-0 que deja en evidencia una planificación errada.
Fuente: ElCorreo
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