El Real Betis ha conseguido esta mediodía sumar un triunfo importantisimos, que junto al del fin de semana pasado le hacen totalizar en la clasificación 19 puntos y mantenerlo a cuatro del descenso.
Sin hacer un fútbol deslumbrante ni crear el peligro que se hizo en la segunda mitad en Pamplona o en el último partido en casa ante el Valencia C.F., esta vez los pupilos de Mel hicieron un encuentro práctico, templado y efectivo. El Real Betis saltó al césped del Calderón con el clásico 4-3-3 de la temporada pasada, un nuevo cambio en el sistema después del 4-4-2 de la semana anterior y que corrobora que Pepe Mel empieza a considerar que se puede cambiar de esquema para plantarle cara a los distintos rivales, este esquema fue potenciado con unas precauciones lógicas en defensa ante un Atlético de Madrid con polvora cuando juega de local (Diego, Falcao, Adrián, Arda Turán...). Más arropado en defensa por el pasito atrás de inicio que tuvo el equipo verdiblanco a jornadas anteriores, el eje Amaya-Dorado rindió a un alto nivel sin tanto espacio a sus espaldas y la labor inmensa de Cañas e Iriney cortando y no dejando crear a la medular del Atlético.
Tardó en entrar a escena los heliopolitanos en una gélida mañana madrileña, y a las primeras de cambio pudo ir por detrás del marcador uno o dos goles tras fallos clamorosos de Falcao. Esta primera mitad se caracterizó por el mayor dominio de los colchoneros que una y otra vez ponían a prueba a un inconmensurable Casto que salvo lo insalvable y que hacía presagiar que los de Manzano marcarían más pronto que tarde, pero llegamos al final de los 45 minutos iniciales con el 0-0 en el luminoso del Calderón.
Con la segunda mitad llegaron tres clave para el Betis: relajación intensidad colchonera, adelantó de líneas bética y efectividad. Todo estó lo mezclamos bien y nos sale que en el primer acercamiento verdiblanco al área de Courtois, Pozuelo pusiera el 0-1 tras aprovechar un buen pase Rubén Castro y tener la fortuna de resbalar Dominguez. La suerte le sonreía al Real Betis después de serle esquiva otras jornadas atrás. Defendiendose con orden y cabeza parecía que el partido tenía muchas opciones de caer del lado visitante, pero señores hablamos del Real Betis Balompié capaz de hacer lo mejor y lo peor en un mismo partido y en una acción inoportuna segunda amarilla a Pozuelo que deja al Betis con 10, y con dos cambios ofensivos (Jeff. Montero y Santa Cruz) hechos.
El partido tras la expulsión se conviertió en un autentico asedio colchonero haciendo cerco a la portería de Casto, portagonista merecido de esta segunda mitad haciendo paradas increibles que le hicieron merecedor de héroe del partido. Dos momento claves y dos manos salvadoras de Casto una en el 74' sacando un balón a contrapié de Adrián que ya se cantaba en el Calderón y otra estirada en el 81' a balón franco de Assunçao. Pasaban los minutos y las embestidas rojiblancas no atinaban a perforar la meta de Casto. Y como el fútbol tiene cosas inexplicables del acoso y derribo local nació la última contra que mataría el partido del lado bético y como no en el 90' como en los partidos anteriores. Robo en el centro del campo de Iriney Santos que cede en profundidad a Santa Cruz que en primera instancia estrella el balón en el larguero, de fuerte chut, y que luchando el rechace logra batir a Courtois.
Fantástico botín el que se trae el equipo de Pepe Mel a Sevilla de cara a trabajar con tranquilidad la vuelta de Copa del miércoles y el próximo partido liguero en casa frente al Sporting después de Reyes.
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