JORNADA 22ª LIGA BBVA: ATLETICO DE MADRID - REAL BETIS

lunes, 18 de octubre de 2010

La importancia del balón parado: Real Betis 2 - Girona 1


Nada tuvo que ver este Betis con el de otras ocasiones en Heliópolis. La intensidad, el hambre por ganar y la superioridad ante el rival, dieron paso ante el Girona a un juego de igual a igual. Mel no tuvo más remedio que apostar por la cantera, y ésta demostró que se trata de un gran complemento, pero no está de momento para asumir por completo el peso y la responsabilidad de un partido en Segunda desde el inicio. La pareja Beñat-Cañas no funcionó; Ezequiel logró sacar una tarjeta amarilla a su marcador a los diez minutos pero enseguida vió como Mel lo cambiaba de banda; Israel no era determinante como otras veces; Momo siguió a lo suyo, es decir, nada de nada; Rubén Castro fue un islote sin opción y la defensa no transmitió la seguridad de otras veces. Con el panorama de la siguiente forma, al Girona le bastaba con presionar arriba y mantenerse ordenado para poner en serios aprietos al Betis. Primero fue Peragón, a quien se anuló un gol por fuera de juego. Después llegó una ocasión clamorosa de Despotovic, cuyo disparo se marchó rozando el palo. Y a la tercera llegó el gol. Moha se plantó un tanto escorado ante Goitia, le dio tiempo a controlar el balón, levantar la cabeza, pensar y poner el esférico en la escuadra ante los primeros silbidos de la temporada en el todavía Ruiz de Lopera.


Tras el descanso, Pepe Mel no se lo pensó dos veces. Jorge Molina y Juande entraron para sustituir a Cañas y Ezequiel, y el alcoyano apenas tardó un minuto en crearse una ocasión de gol. Sin embargo, si el Betis ha ganado algo esta temporada es a balón parado. Beñat se ha convertido en un ejecutor sensacional, y en partidos como estos esa baza es un arma muy valiosa. A los nueve minutos de la reanudación, Miki Roqué remató con la cabeza (y el alma) al fondo de la portería un servicio desde la esquina del vasco. El gol espoleó a los verdiblancos, a punto de lograr el segundo en una ocasión clamorosa de Momo que desvió Santamaría. Andaba espeso en ataque el Betis, así que el córner se volvió a convertir en la solución más válida. De nuevo Beñat, y de nuevo desde la izquierda, puso el balón en el punto de penalti provocando un choque múltiple que aprovechó Dorado para hacer el tanto de la remontada con la puerta vacía. La acción idignó a los catalanes porque su portero se quedó tumbado sobre el césped aparentemente lesionado, pero el gol subió al marcador. A partir de ahí todo pudo pasar. El Betis no cerró el partido, y el Girona subió la testiculina del personal al gaznate en momentos puntuales. Uno de ellos fue en el minuto 29, cuando Peragón marcó tras un servicio de Kiko Ratón. Menos mal que el asistente estuvo fino señalando el fuera de juego existente. Los minutos pasaron y la victoria se consumó. Tres puntos más para la buchaca, pero muchas lecturas inquietantes ante un rival que no estará en la puja por el ascenso a finales de temporada.


Crónica: Eldesmarque

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