Después de que haya pasado una semana de las dimisiones irrevocables de Rufino González y Antonio Álvarez, hoy ambos han roto su silencio para responder a algunos interrogantes ocurridos desde que Lopera vendiera su paquete de acciones a Oliver.
Sobre la famosa reunión del consejo que tuvo en la persona de Rufino (segundo máximo accionista) el protagonista comentó: "la jueza nos dio una oportunidad de quitar a esos señores de allí, lo intenté hasta la saciedad, pero en el momento clave me sentí traicionado. Llego a un acuerdo con Manolo (Castaño) para que sea presidente cuando quitemos a Oliver, Vergara y Pepe León. Fuimos al consejo y, cuando se va a empezar a votar, estos señores (Castaño y Sacristán) se marchan con Oliver. Yo me levanté y me fui con un mosqueo de órdago".
Sobre el proyecto deportivo de Oliver, ha corroborado lo que es un secreto a voces: "Aquí lo que han venido son tres jugadores, el resto ya los teníamos cerrados. Los que se han ido ha sido gratis, así también limpio yo la plantilla. No se puede pagar la barbaridad que se pagó por un señor que va a colgar las botas como Belenguer."
Critico con el empresario navarro, pero también tuvo ocasión de reprochar a Lopera: "siempre dijo que vendía el Betis por 60 millones de euros, y después lo hace por 16 millones. Así lo hubiera comprado yo. Cuando compro una empresa que pasa apuros, lo primero que hago es inyectarle dinero. Si dicen que son tan solventes, no entiendo por qué no lo han hecho. El Betis no está tan mal como lo venden. Lo único que se debe es a Hacienda y a la Seguridad Social"
Finalmente, habló también de las obras que ya estan teniendo lugar para terminar la ciudad deportiva bética: "Yo quería que hubiera más de un presupuesto. Cuando cogí el presupuesto, lo veo, y digo que está inflado. El presidente lo firmó sin consultarme siquiera, cuando soy el único constructor del consejo. Me quedé con una copia para demostrar lo que digo".
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