Se están acostumbrando los béticos a sonreir jornada tras jornada, y es que el Real Betis Balompié se muestra imparable y lanzado para ser equipo de primera la próxima temporada.
Una pegada brutal, una defensa que jornada tras jornada es infranqueable y el orden del que se debe servir un equipo para triunfar en una liga tan larga, hicieron que los de Pepe Mel se quitaran de en medio a un gallito de la categoria que con buenas maneras no puso en peligro lo más mínimo a los verdiblancos.
El Real Betis esta vez apeló al futbol directo para noquear al Rayo, aunque con algunas pincelas de buen juego (no se le puede pedir más con el césped impresentable que presenta el feudo bético). Tras unos primeros minutos de igualdad entre los dos equipos, la balanza la decantó en el minuto 13 Javi Fuego en propia puerta, tras lanzar una falta lateral de Salva Sevilla que desvía el futbolista vallecano con tan mala suerte que encuentra su portería. Primer tanto que sube al marcador del Villamarín y jubilo de la hinchada verdiblanca.
Acto seguido tuvo que intentar coger la manija del partido el Rayo para conseguir poner las tablas en el marcador, pero el Betis cierra todos los espacios, desquicia a su rival y busca la sentencia a la contra. Poca chicha tuvo esta primera mitad.
Una pegada brutal, una defensa que jornada tras jornada es infranqueable y el orden del que se debe servir un equipo para triunfar en una liga tan larga, hicieron que los de Pepe Mel se quitaran de en medio a un gallito de la categoria que con buenas maneras no puso en peligro lo más mínimo a los verdiblancos.
El Real Betis esta vez apeló al futbol directo para noquear al Rayo, aunque con algunas pincelas de buen juego (no se le puede pedir más con el césped impresentable que presenta el feudo bético). Tras unos primeros minutos de igualdad entre los dos equipos, la balanza la decantó en el minuto 13 Javi Fuego en propia puerta, tras lanzar una falta lateral de Salva Sevilla que desvía el futbolista vallecano con tan mala suerte que encuentra su portería. Primer tanto que sube al marcador del Villamarín y jubilo de la hinchada verdiblanca.
Acto seguido tuvo que intentar coger la manija del partido el Rayo para conseguir poner las tablas en el marcador, pero el Betis cierra todos los espacios, desquicia a su rival y busca la sentencia a la contra. Poca chicha tuvo esta primera mitad.
La segunda parte empezó con más ritmo, toque y futbol de alta escuela. Una lección de como jugar un partido para ganarlo y divertir al público congregado en la grada. A los 4 minutos de haberse reanudado el encuentro, Beñat roba un balón en el centro del campo y lanza el contragolpe junto con Emaná, con quien se apoya, y el camerunés vuelve a ceder al vasco para que desde la frontal del área lance un chut que hace perforar la meta de Cobeño por segunda vez. Se ponia tierra de por medio y se esperaba una gran goleada, puesto que el Real Betis hacia un juego preciosista de robo y contragolpes por doquier. Seis minutos después nuevo contragolpe de Emaná que se asocia con Rubén Catro y Salva Sevilla, donde este último a trancas y barrancas logra ceder al canario para que bata de nuevo al ex meta sevillista. Rubén Castro ya lleva siete dianas en diez partidos jugados.
La afición verdiblanca se divirtió de lo lindo en la matinal de domingo, y se vivió tiempos anteriores haciendose la ola por las abarrotadas gradas heliopolitanas y saludandose entre las distintas zonas del campo. Con el partido resuelto, el Rayo intento no irse vacio en cuanto a goles se refiere pero Goitia detuvo todo lo que supusiera peligro para la meta bética.
Repertorio individualista de Emaná fue el argumento ofensivo del Betis que ya limitaba sus fuerzas a controlar y manejar el partido. Pero una ultima oportidad de gol tuvieron los de Mel, cuando a Rubén Castro le hicieron un infantil penalty y que el camerunés lanzó a lo panenka para poner el 4-0 definitivo en el Benito Villamarín.
No hay comentarios:
Publicar un comentario