Hasta sin jugar gana los partidos. REAL BETIS 1 - NÀSTIC 0

El primer test del año se saldó con una pirrica ventaja en el marcador, pero con 3 puntos más de colchón sobre el tercer clasificado, y ya son 8 de nórdico para los verdiblancos.

En un partido donde se vuelve a demostrar que esta categoría, a día de hoy, le viene muy pequeña a los de Pepe Mel pero que con ello no justifica el grado de apatía transcurridos los primeros 30 minutos de partido. El Real Betis se limitó a jugar unos pocos minutos para hacerse respetar ante un rival que no oponia más que su mera presencia en el cesped del Villamarín. Jugaron bien la tripleta de centrocampista con Beñat, Salva Sevilla e Iriney que acercaban con inteligencia balones al tridente, pero hoy no fue el día de ellos. Tuvo a los seis minutos una gran ocasión Jorge Molina para haber puesto el primero de la tarde, pero disparó al muñeco. Con poca confianza erró delante del meta tarraconense. Emaná estuvo fallón en los controles cuando le mandaban la pelota, mientras que Rubén Castro escorado en banda se diluye y aporta menos que arriba en punta o de segundo delantero. Pero una jugada del alicantino sirvió para que los locales se adelantasen en el marcador. Absurdo penalty cometido. Emaná lo transformaría.

La segunda mitad salió con algunos minutos de retraso el Nàstic al césped, pero quien no compareció fue el Real Betis. Con una actitud conservadora y sin querer intención de jugar salieron los verdiblancos. Logicamente esto dió pie a que el cuadro visitante tomara la manija del partido y le creara ocasiones (aunque la defensa anduvo muy acertada) con un Pepe Mel que se desgañitaba la voz en la banda. Sin tener que lamentar ningún contratiempo de última hora los heliopolitanos se hacian con el preciado botín.