En un partido en el que el Real Betis acusó el esfuerzo intersemanal del día de reyes ante el Getafe en Copa de S.M. El Rey y se resintió por las baja de los Salva Sevilla o Emaná. El encuentro entre oscenses y verdiblancos se desarrolló en el más de gris de los oscuros.
Poco fútbol en los 90 minutos que duró el partido. Los pupilos de Mel saltaron al Alcoraz con la intención de siempre tocar, tocar y tocar el balón, y así fue pero hoy las luces en ataques se apagaron y apenas puso en apuro al portero oscense en los primeros 45 minutos. Tan solo un disparo cruzado de Beñat y otro de Rubén Castro inqueataron la portería local. Los balones escasearon en la dupla Molina-Castro.
Viendo el Huesca que el lider tenía el día plomizo se fue creciendo con ese juego directo, sobre todo a la búsqueda de Roberto, los locales se sacudieron la presión bética, igualaron la contienda e incluso metieron el miedo en el cuerpo a Goitia en más de una ocasión, sobre todo en un centro de Jokin que se escapó por centímetros. El equipo de Onésimo es u rival desagradable y hartible por su destrucción del fútbol, de ahí que sea el tercer equipo menos goleado de la liga de plata.
Con los segundos 45 minutos el Real Betis salió con la intención de hacer un gol, que en lugares como Huesca es casi un triunfo definitivo, y a punto estuvo de materializarlo Jorge Molina que fue derribado por el veterano defensa Luis Helguera y que el colegiado tan solo lo amonestó con tarjeta amarilla cuando debía haber enfilado el camino a vestuarios. El apuro llegó en la siguiente jugada cuando un balón horizontal de Arzu propicia que Jokin la recoja y la ponga atrás a Camacho para que pusiera este el tanto local y por derecho delante en el marcador.
No se veía al equipo bético con capacidad para reaccionar, pero una falta lateral la botó de forma genial Beñat y Arzu pudo resarcirse de su error anterior empatando de cabeza tan sólo tres minutos después.
Poco fútbol en los 90 minutos que duró el partido. Los pupilos de Mel saltaron al Alcoraz con la intención de siempre tocar, tocar y tocar el balón, y así fue pero hoy las luces en ataques se apagaron y apenas puso en apuro al portero oscense en los primeros 45 minutos. Tan solo un disparo cruzado de Beñat y otro de Rubén Castro inqueataron la portería local. Los balones escasearon en la dupla Molina-Castro.
Viendo el Huesca que el lider tenía el día plomizo se fue creciendo con ese juego directo, sobre todo a la búsqueda de Roberto, los locales se sacudieron la presión bética, igualaron la contienda e incluso metieron el miedo en el cuerpo a Goitia en más de una ocasión, sobre todo en un centro de Jokin que se escapó por centímetros. El equipo de Onésimo es u rival desagradable y hartible por su destrucción del fútbol, de ahí que sea el tercer equipo menos goleado de la liga de plata.
Con los segundos 45 minutos el Real Betis salió con la intención de hacer un gol, que en lugares como Huesca es casi un triunfo definitivo, y a punto estuvo de materializarlo Jorge Molina que fue derribado por el veterano defensa Luis Helguera y que el colegiado tan solo lo amonestó con tarjeta amarilla cuando debía haber enfilado el camino a vestuarios. El apuro llegó en la siguiente jugada cuando un balón horizontal de Arzu propicia que Jokin la recoja y la ponga atrás a Camacho para que pusiera este el tanto local y por derecho delante en el marcador.
No se veía al equipo bético con capacidad para reaccionar, pero una falta lateral la botó de forma genial Beñat y Arzu pudo resarcirse de su error anterior empatando de cabeza tan sólo tres minutos después.
Con el carrusel de cambios Mel quiso dar frescura a los suyos, pero el día no era propicio para tal efecto. Al final termino sacando a Molina del campo para meter a Fernando Vega, dando por bueno el punto obtenido.
Este miercoles nuevo esfuerzo copero, que se verá reflejado en la tarde del sábado frente al Alcorcón. Ojalá nos equivoquemos. La Copa de verdad es un marrón con dias así.
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