JORNADA 22ª LIGA BBVA: ATLETICO DE MADRID - REAL BETIS

viernes, 14 de enero de 2011

MUSHO BETIS, DEMASIADO BARÇA


La manita que se trajo el Betis del Camp Nou –la misma que se llevó el Madrid, el Sevilla o la Real Sociedad– no hace justicia a lo visto sobre el Camp Nou, donde los verdiblancos jugaron con descaro y se hicieron acreedores a un resultado mejor. Ocasiones tuvieron para ello, aunque el ex bético Pinto las desbartató todas, y cuando no fue él, ayudó el larguero. Al que no tuvieron los béticos fue a Messi, el mejor jugador del planeta sin discusión, que materializó en gol tres de las cuatro primeras que tuvo y dejó vista para sentencia la eliminatoria, pues la vuelta ya no tiene color.

Modélica la primera parte del Betis ante un Barça que salió con absolutamente toda su artillería, incluidos Xavi, Dani Alves y Busquets, a quienes Guardiola reservó en Riazor para la cita copera de anoche ante el líder de la Liga Adelante.

Tal y como había anunciado Mel, y muchos no se creyeron, los verdiblancos salieron jugando al ataque, presionando arriba al Barça y buscándole las cosquillas, que pudo encontrar Rubén Castro bien pronto (4’) con un derechazo que se iba a las mallas y sólo la acertada intervención de Pinto –la primera de una larga serie– evitó que acabara en gol.


Cierto es que Casto ya había salvado antes una ocasión de Villa (3’) y luego se lució con paradones ante Messi (23’) y el propio Villa (28’ y 32’), pero no se crean que aquello fue un monólogo azulgrana, como es costumbre en el Camp Nou. Para nada.

El Betis, cada vez que recuperaba el balón lo jugaba con sentido gracias al buen manejo que le dieron el trío de centrocampistas Beñat-Salva Sevilla-Iriney, y la pareja Jorge Molina-Rubén Castro era una pesadilla para Alves, Piqué y Puyol, hasta el punto que los dos primeros protagonizaron una agría discusión por las pirulas que les hacía el menudo delantero bético.

El ‘Beeeeetis, Beeeeetis’ se dejó oír con fuerza en más de una ocasión en el monumental coliseo azulgrana, donde muchos se frotaban los ojos al ver a los verdiblancos subirse a las barbas de los culés, a los que Pinto salvó de la humillación del 0-1 al despejar a saque de esquina un excelente cabezazo de Jorge Molina (35’).

Tuvo que ser una jugada desgraciada de los béticos la que permitió a Messi, quién si no, anotar el 1-0. Un resbalón en campo contrario de Salva Sevilla facilitó a los azulgrana montar una contra en superioridad, con pase del Balón de Plata (Iniesta) al de Oro (Messi) para estrenar el marcador cuando apenas quedaba tiempo para nada. Mentira, aun lo tuvo Rubén Castro para soltar un obús desde la media luna que dejó temblando el larguero de la meta de Pinto casi todo lo que dura el descanso.

Más madera. El 1-0 de la primera parte no hacía justicia al Betis, que salió en la segunda igual de valiente que al inicio. Rubén Castro (47’ y 59’) obligó a lucirse dos veces más a Pinto y otra buena contra en la que el portero azulgrana quedó por momentos vendido la envió a las nubes Salva Sevilla (67’) con todo el Camp Nou suspirando de alivio.

Por entonces, Messi (62’) ya había anotado el 2-0, al aprovechar un balón perdido por el recién entrado Juande. Y es que con el habitual carrusel de cambios, las opciones béticas se acabaron diluyendo, pues no cuenta Mel con sustitutos de garantías para Beñat e Iriney y bien que se aprovechó de ello el Barça para machacar sin piedad. El 3-0 lo marcó también Messi (72’), arrancando en posición más que dudosa, y luego Pedro (76’) hizo el cuarto y Keita (82’) el quinto.

Por entonces, del Betis altivo y descarado de la primera parte ya apenas quedaba nada: Messi solito se lo había engullido, primero al aprovechar un resbalón de Salva, luego un regalo de Juande y por último, otro del linier. Para noquear al Barça han de alinearse una serie de astros que al Betis, ayer, le fueron esquivos.

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