Que manera de complicarse la vida el Real Betis Balompié al dejarse empatar de nuevo, y por segunda vez en menos de una semana, en la recta final del partido con el Racing.
Se mantiene la distancia con la zona de descenso, pero no le saca 7 puntos solo al tercero por la cola sino que el trio de farolillos rojos suman los mismos puntos y anda a la misma distancia que los verdiblancos. La honda preocupación tras estos sendos empates antes Español y Racing por parte de la parroquia bética es patente, tras la sonora pita dedicada a los jugadores al término del partido y algunas voces escuchadas desde la grada para que los futbolistas le pusieran bemoles al envite.
El equipo de Mel salió al terreno de juego con tres cambios con respecto al choque casero intersemanal. Cañas por el lesionado Iriney, Pereira por Juanma en banda y Santa Cruz por Molina. Fue superior el conjunto heliopolitano pero también es cierto que fue por acciones individuales ( Jeff. Montero y Pereira entraban una y otra vez por bandas) e impulsos que por juego colectivo. Las bandas muy activas durante todo el partido pudieron poner en franquicia a los locales en los primeros minutos pero el acierto no les acompañó. Mario, cancerbero racinguista, se doctoró en el Villamarín parando lo más variopinto pero que no pudo hacer nada en el tanto que abrió el marcador en el 18´asistiendo Pereira a Santa Cruz y realizando un escorzo el paraguayo para salvar la salida del cancerbero y poner de cara el partido.
Poca más historia tuvo esta primera mitad puesto que el Betis cedió el balón a los santanderinos que no incordiaron demasiado y los de Mel se limitaron a lanzar esporádicos ataques a la contra. Lástima el resbalón de Pereira delante del portero cuando se barruntaba el segundo tanto bético.
El cuadro heliopolitano salió al terreno de juego con el claro objetivo de sentenciar por la via rápida y dispuso de inumerables ocasiones para hacer el segundo tanto y alguno más, pero la mala definición y portero visitante no lo hicieron posible. Nada más reanudarse, chut de Beñat desde la frontal de área que resolvio Mario, mientras que Pereira a los tres minutos no ve puerta por milimetros. En el minuto quince buen entendimiento entre Rubén Castro y Pereira que resuelve el meta Mario en el uno contra uno. Entre tanto el Racing tampoco inquietaba demasiado con remates lejanos de Babacar, Adrián o Christian así como en los corners de Edu Bedía, de lo mejor del Racing en la tarde dominical.
Pero el paso de los minutos no dió confianza a los de Mel, más bien al contrario, aparecieron los nervios. Beñat, que tampoco es que estuviera haciendo un gran partido, creaba algo de juego pero mediada la segunda mitad se le notaba desfondado y su recambio, Salva Sevilla, no está ni se le espera. No asumió la responsabilidad de manejar al equipo en pos del triunfo bético. Como los racinguistas veían que el Betis no les noqueaba con un segundo gol y que el atenazamiento era ya evidente, se estiró timidamente hacia la meta de Fabricio y empezaron a merodear el área local y a atemorizar a la parroquia bética. La desidia local no tardaría en encontrar el castigo de manera rudimentaria y previsible. Munitis cuelga un balón a la olla y Stuani se eleva con facilidad entre los defensores béticos, Dorado y Nacho, para cabecear el balón en la escuadra de Fabricio. Jarro de agua fría para la afición heliopolitana que volvió a ver como les birlaban 2 puntos en la recta final del partido.
Se mantiene la distancia con la zona de descenso, pero no le saca 7 puntos solo al tercero por la cola sino que el trio de farolillos rojos suman los mismos puntos y anda a la misma distancia que los verdiblancos. La honda preocupación tras estos sendos empates antes Español y Racing por parte de la parroquia bética es patente, tras la sonora pita dedicada a los jugadores al término del partido y algunas voces escuchadas desde la grada para que los futbolistas le pusieran bemoles al envite.
El equipo de Mel salió al terreno de juego con tres cambios con respecto al choque casero intersemanal. Cañas por el lesionado Iriney, Pereira por Juanma en banda y Santa Cruz por Molina. Fue superior el conjunto heliopolitano pero también es cierto que fue por acciones individuales ( Jeff. Montero y Pereira entraban una y otra vez por bandas) e impulsos que por juego colectivo. Las bandas muy activas durante todo el partido pudieron poner en franquicia a los locales en los primeros minutos pero el acierto no les acompañó. Mario, cancerbero racinguista, se doctoró en el Villamarín parando lo más variopinto pero que no pudo hacer nada en el tanto que abrió el marcador en el 18´asistiendo Pereira a Santa Cruz y realizando un escorzo el paraguayo para salvar la salida del cancerbero y poner de cara el partido.
Poca más historia tuvo esta primera mitad puesto que el Betis cedió el balón a los santanderinos que no incordiaron demasiado y los de Mel se limitaron a lanzar esporádicos ataques a la contra. Lástima el resbalón de Pereira delante del portero cuando se barruntaba el segundo tanto bético.
El cuadro heliopolitano salió al terreno de juego con el claro objetivo de sentenciar por la via rápida y dispuso de inumerables ocasiones para hacer el segundo tanto y alguno más, pero la mala definición y portero visitante no lo hicieron posible. Nada más reanudarse, chut de Beñat desde la frontal de área que resolvio Mario, mientras que Pereira a los tres minutos no ve puerta por milimetros. En el minuto quince buen entendimiento entre Rubén Castro y Pereira que resuelve el meta Mario en el uno contra uno. Entre tanto el Racing tampoco inquietaba demasiado con remates lejanos de Babacar, Adrián o Christian así como en los corners de Edu Bedía, de lo mejor del Racing en la tarde dominical.
Pero el paso de los minutos no dió confianza a los de Mel, más bien al contrario, aparecieron los nervios. Beñat, que tampoco es que estuviera haciendo un gran partido, creaba algo de juego pero mediada la segunda mitad se le notaba desfondado y su recambio, Salva Sevilla, no está ni se le espera. No asumió la responsabilidad de manejar al equipo en pos del triunfo bético. Como los racinguistas veían que el Betis no les noqueaba con un segundo gol y que el atenazamiento era ya evidente, se estiró timidamente hacia la meta de Fabricio y empezaron a merodear el área local y a atemorizar a la parroquia bética. La desidia local no tardaría en encontrar el castigo de manera rudimentaria y previsible. Munitis cuelga un balón a la olla y Stuani se eleva con facilidad entre los defensores béticos, Dorado y Nacho, para cabecear el balón en la escuadra de Fabricio. Jarro de agua fría para la afición heliopolitana que volvió a ver como les birlaban 2 puntos en la recta final del partido.
A falta de 10 minutos para la conclusión, el clásico asedio final verdiblanco alocado, sin órden y con más corazón que cabeza, que bien pudo dar sus frutos en sendas oportunidades de Salva Sevilla o Rubén Castro pero que como tónica habitual del partido se resolvió sin consecuencias.
A la conclusión pitos del respetable a sus jugadores que aunque anda medio tranquilos con el colchón de puntos, si es cierto que les crea incertidumbre e inquietud las sensaciones del equipo que se enfrentará a un calendario menos propicio para sacar algo positivo...o no. Este es el Betis.
No hay comentarios:
Publicar un comentario