El partido de anoche en Getafe puede dar a las claras de lo que ha ensamblado Pepe Mel para esta temporada, sería algo así como una mezcla de solidez y solidaridad en defensa aderezada de una brutal pegada con muy pocos remates a portería.
El choque se presentaba con un olor y sonido especial. Olor con aroma a champions de fondo porque ganando se asentaba en los puestos de caché europeo y sonido por los cerca del millar de armada bética que se dieron cita en las gradas de Coliseum Alfonso Pérez Muñoz en una noche muy fría de lunes y en un horario intespectivo que no dejaron de animar a los pupilos de Mel haciendo parecer el estadio getafense en una prolongación del Benito Villamarín.
Saltaron los dos equipos al terreno de juego a por los tres puntos en disputa, siendo mas superiores los azulones en esta primera mitad aunque apenas pusieron en apuros al meta Adrián. Pedro León, el jugador más activo por parte de los locales, ponía en jaque una y otra vez el costado derecho bético y se atrevió a poner a prueba los reflejos del meta visitante. Fue en el primer cuarto de hora cuando más sufrieron los de Pepe Mel, que de inicio se vieron obligados a fajarse en defensa. Tras estos minutos de apuros el rigor técnico se adueñó del partido, y es que ambos conjuntos tienen la misma filosofía que no es más que la de presionar al rival para conquistar el esférico. Aún así el Getafe llegó a la inmediaciones de Adríán que el Real Betis a las de Moyá. Ni un sólo tiro a puerta contabilizaron los heliopolitanos en esta primera mitad.
Con el resultado gafas se llegó al descanso.
Con los segundos 45 minutos el choque cambió radicalmente, y no es que lo augurara el tramo del minuto cuarenta y cinco al sesenta, donde el Getafe volvió a acosar al Real Betis en su propia área y hasta pudo poerse por delante en la jugada personal de Pedro León en banda , una vez más, zafandose de Perquis y habilitando a Álvaro Vázquez que incomprensiblemente fallo en boca de gol.
Y llegó la clave del partido.
Pepe Mel introduce a Jorge Molina en lugar de un desdibujado Campbell -mucho tiene que trabajar el costaricense para que justifique su fichaje- mandando a Rubén Castro a banda y dejando en punta al alcoyano. Este cambio propició una estirada en el dibujo del Real Betis y dos pasitos atrás del conjunto azulón. Que al minuto de dicho cambio...Beñat combina con Salva Sevilla, el almeriense ve una autopista hacia Rubén Castro quien se planta dentro del área de Moyá con la compañia del de alcoy que recibe y bate a portería vacía. 0-1 en el marcador y palo para el Getafe que llevaba perfectamente el encuentro hasta ahora. La grada bética rugía como nunca pareciendo que se estaba jugando en Heliopolis.
Pero el Getafe no se arrugó y puso todo de su parte para neutralizar el tanto bético, tanto es así que siete minutos le duró la ventaja a los béticos, justo cuando Alcacér, que entró en la segunda mitad, cazó y puso un balón con elegancia a Diego Castro que tan solo tuvo que empujar la pelota con la meta vacía. El 1-1 hacía justicia al fútbol visto en el Coliseum. No se le pasaba por la cabeza a los aficionados de uno y otro equipo el vuelco que iba a tener el partido en los 30 minutos finales. Lejos de venirse abajo, el Betis siguió firme en el partido y se encontró Beñat con una falta en el pico derecho del área de Moyá. El disparo tenía poco ángulo, pero era inversamente proporcional al tremendo golazo que nos dejó el vasco para la historia. Balón golpeado magnificamente al palo largo del portero que se coló por la mismisima escuadra. Este hombre a base de goles y asistencia esta labrandose un nombre en la casa verdiblanca y en el panorama español. Soberbio. Sin tiempo para que Moyá se recuperase del golpe moral Rubén Castro, caído a la banda derecha, recibió el balón en una contra y definió con serenidad ante la meta rival. 1-3 y el delirio se apoderó de los mil beticos congregados en las gradas. Vaya con los chispazos del Real Betis, que elctrocutan a cualquier rival. A un cuarto de hora del final, el Betis tenía el partido más que encarrilado, aunque el tanto de Pedro León en el minuto 89 metió lógicamente el miedo en el cuerpo de los verdiblancos. El Getafe se fue a la desesperada en busca del empate en el descuento, pero, lejos de conseguir su objetivo, vio cómo tres jugadores verdiblancos se iban en solitario hacia la meta de Moyà. Salva Sevilla conducía el esférico y fue él quien resolvió para culminar una sobresaliente actuación personal y un formidable triunfo bético.
Gran partido táctico y rigor en la primera mitad de los Mel, y mejor lectura de la situación para poner el alto voltaje en la segunda mitad. Cuartos y en zona Champions...a tansolo 10 jornadas un sueño pero bendito sueño.
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