Como dijo Pepe Mel este mediodía en sala de prensa a la conclusión del choque contra los vallisoletanos: "va a ser dificil ganarle este año al Betis". Y por el camino que va este equipo, y si las lesiones le respetan, esta frase tiene visos de ser una realidad. Cierto es que solo han transcurrido 4 jornadas ligueras y que aún resta una inmensidad en la larga andadura bética por el desierto de segunda. Pero las sensaciones, el juego alegre y mandón de los verdiblancos invitan al optimismo este año, sin elevar nada a definitivo.
Frente a un Valladolid muy bien plantado en el terreno de juego, el Real Betis salió de inicio ofensivo y mandón, teniendo el dominio de balón y buscando la portería rival. Como muestra de dicha superioridad en estos primeros minutos fue la internada de Fernando Vega que cede a Rubén Castro dentro del área vallisoletana y de fuerte disparo manda el balón al poste de la portería de Jacobo. Pero las fuerzas se irían igualando y el Valladolid también tenía sus opciones, tanto fue así que en el minuto 26 un saque de esquina acierta a cabecear el ex-sevillista Marc Valiente que se anticipa a Goitia en logra batirlo.
La reacción de la grada no tardó en aparecer y a los gritos de BETIS, BETIS animaba a un equipo, el verdiblanco, que recogía el aliento para seguir combatiendo en la batalla que se le presentaba en la matinal de este domingo. Emaná, muy comprometido y solidario con sus compañeros, dió un sensacional pase por alto para Rubén Castro, pero éste cerrado por tres defensores contrarios no pudo culminar la jugada con gol. De ahí al final de la primera mitad un choque muy igualado donde las ocasiones se sucedían en un sentido y otro.
La segunda parte comenzó, y a los 2 minutos falta lateral que lanza Salva Sevilla y Rubén Castro, el más listo de la clase, mete la puntera suavemente, bate a Jacobo y pone las tablas en Heliópolis. Justa recompensa para el canario, que ya había tenido varias oportunidades para anotar en la primera mitad.
A raiz de este justo momento dominio absoluto del equipo local que aún tendría algún que otro susto como la internada de Guilherme que hizo a Goitia emplearse a fondo para que el Valladolid no se adelantara de nuevo. Los vallisoletanos descuidaban más su portería al encontrarse con un Betis volcado que dejaba huecos también en la retaguardia. Y en el 64, internada por potencia de Miguel Lopes que se zafa de sus perseguidores desde mitad de campo, logra llegar a linea de fondo pone con exactitud exquisita la pelota en la cabeza del canterano Israel y este no lo desaprovecha y pone en ventaja al equipo de las trece barras verdiblancas. Más intercambios de golpes como los de Israel de volea a media potencia o de Javi Guerra que impacta con el lateral de la red de la meta de Goitia. Pero si ya el partido estaba decantado para los verdiblancos, porque supieron relentizar el juego y parar el partido, en el minuto 86 Israel se va con el balón y el defensa Guilherme le obstaculiza haciendole falta, mostrandole el colegiado Gil Manzano la segunda tarjeta amarilla y por tanto el Valladolid se quedaba con 10 futbolistas.
El Valladolid a pesar de todo parece que se postulará como uno de los gallitos de la categoría, mientras que el Real Betis consigue 4 de 4 y suma ya 12 puntos en su casillero con 11 goles a favor y tan solo 3 goles en contra. Muy buen bagaje para mostrar las credenciales de aspirante a campeón de la liga adelante.
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